Niños inquietos, adultos ausentes

'Felipe El Inquieto', protagonista de un poema infantil decimonónico, está sentado en la mesa; sus padres se preguntan si, por una vez, será capaz de portarse bien y comer como es debido. Pero el niño no se puede estar quieto: se columpia sobre las patas traseras de la silla hasta que pierde el equilibrio, trata de sostenerse agarrando el mantel y acaba en el suelo enterrado bajo platos, cubiertos y manjares.